

EL ECÓLOGO
Editorial
DE ARENA Y DE PROBLEMAS
La extracción de arena en la Localidad de Usaquén se da en las canteras ubicadas en la parte alta de la misma, varias cuadras arriba de la carrera séptima entre calles 160 y 190.
El problema no empezó en la década pasada sino que se remonta a los años 40 cuando salió de sus canteras la arena empleada en la construcción del Capitolio Nacional y el antiguo palacio de justicia.
Todo este panorama no es halagador ni motivo de orgullo porque si bien es cierto que sus canteras fueron la base para muchas construcciones, generación de extenuantes empleos también ha representado un problema ambiental de nunca terminar porque la continua explotación de arena con el conllevado mal manejo de residuos hace que estos terminen en los acuíferos Guadalupe y Cuaternario dañando fuentes de agua.
El polvo de arena normal que se levanta en este tipo de explotaciones afecta la salud de mucha gente que vive en la parte circundante de las canteras.
Vemos que el problema es de muchos años, nos toca remontarnos al exalcalde de Bogotá Carlos Sanz por allá en 1942 y 1944 cuando previó el daño al medio ambiente en los cerros de Chapinero alto donde operaban las cementeras Samper y Diamante en una época en que términos como ecología y medio ambiente eran prácticamente desconocidos en Colombia. Transcurridos seís años del s XXI el problema persiste, no se le ve fin y una muestra de esto son lñas piedras de hasta 1 1/2 kilo que caen en le barrio San Antonio (Usaquén) cuando llueve a cántaros.
Solo resta preguntar ¿a donde está el proyecto Mandato Verde? que se pensó para proteger los cerros orientales de Bogotá o únicamente opera en la demolición de casas que en la mayoría de los casos podemos pensar que sus dueños las adquirieron de buena fe.